Minicasas

Al material de las casitas, el de las floristerías (ver casitas pequeñas), le vamos a dar una pequeña vuelta de tuerca. Vamos a aprovechar la facilidad de cortado y lijado para hacer imitaciones de vasijas de barro. Nos tenemos que hacer con una serie de útiles que tendremos que buscar porque no los vamos a encontrar en ninguna ferretería.

Doy pistas: un trocito del tubo (mango) de una escoba, un tubo de la barra de cortina, un vasito de plástico al que le quitamos el fondo, tenemos que conseguir una serie de trocitos de tubos de 3 ó 4 cm. de largo (todo depende de la escala). No es absolutamente necesario pero es mas fácil si se empieza con un cilindro. Necesitaremos también un par de palitos de brocheta, uno de 3mm. y otro de 5 mm.. Los usaremos como palitos de moldeo.A uno de los palitos gruesos le he dado en unos 5 cm. de largo una mano de cianocrilato y a continuación una arena muy muy fina con lo cual tengo una lija redonda cilíndrica. .Empezamos con una pieza sencilla, una vasija con forma de tiesto. Cortamos del material de las flores un prisma algo mas ancho que nuestro tubo y mas o menos de su longitud y presionamos con él hasta clavarlo completamente, quitamos el material exterior y empujando con el dedo por un extremo sacamos el cilindro.

En las fotografías se puede ver la secuencia. Igualamos las caras si no han quedado paralelas con una lija muy fina (nº 320). Observando la fotografía se puede ver la forma de trabajar. Con la mano izquierda de sujeta y se va girando, y con la derecha se “lija” con los dedos de izquierda a derecha de forma que en este caso quitemos mas material en la parte del “culo” de la vasija. Hay que hacerlo con delicadeza y despacio. De vez en cuando se sopla el polvillo, que ya se advierte que se pega en todos los lados: camisa, pantalón, dedos y a mi personalmente me resulta desagradable tenerlo entre los dedos, no en las yemas. Cuando consigamos la forma exterior tenemos que vaciarlo. Para ello trabajamos con la mano derecha con el palito grueso quitando material del centro y dando vueltas con el palo iremos vaciando el interior. Conviene ir bajando poco a poco y sujetando las paredes con los dedos de la mano izquierda. De vez en cuando se sopla el interior con los ojos cerrados o mejor con un bote de plástico. Cuando terminemos pasamos por el borde la yema del dedo para quitar las aristas vivas. Se trata, como dijimos para las casitas con agua de cola, al 50%. Se pintan según gusto pero teniendo en cuenta, si se quiere ser un poco realista, que la cerámica popular de aquella época no era fina y mas bien oscura. En la fotografías se ve la variedad de cacharros que se pueden hacer. (las asas de algunos cacharros están realizados con alambre de estaño para soldar).

No vamos a decir que sea facilísimo hacerlas, pero si empezamos despacio y con calma las sacamos seguro.